Seguro que ya has oído hablar de estas zapatillas tan extendidas por todos los establecimientos especializados, tanto deportivos como de calzado normal. Hagamos un repaso por la historia de estas zapatillas tan populares.
Lo que comenzaron siendo unas zapatillas deportivas en la década de los setenta, pasaron a calzar a los discotequeros en los ochenta y acabaron por servir como zapatos de trabajo en los noventa es hoy un zapato de tendencia trendy.
Que no nos despiste su nombre, parece oriental, pero esta es la historia de una zapatilla, que en principio era un apagado y soso zapato comunista creado por una compañía danesa y que luego pasó a ser el zapato de última moda más vendido en Dinamarca. Gracias a que la marca ha mantenido los valores y el “corazón” inicial de este calzado, tanto en la producción como en el diseño, ha sido capaz de convertirlo en un verdadero producto retro que se puede adquirir en casi cualquier parte del mundo. De hecho, la fabricación se lleva a cabo del mismo modo, bajo las mismas premisas y exactamente con las mismas máquinas con las que se comenzaron a crear hace la friolera de treinta y cinco años.
El uso de materias primas y materiales naturales de fabricación únicamente europea son características que vienen dadas por el mercado y también por los consumidores.
La cuestión de que el diseño sea fiel al original no quiere decir que no haya cambiado en absoluto. Desde los modelos Kawasaki originales fabricados en sólo dos colores, blanco y negro, han pasado a producirse en un gran marco de posibilidades de color diferentes y de estilos diferentes como zapatos, botas o zapatillas. Todos estos modelos se ofrecen durante todo el año, y además, un amplio surtido de ellos en motivos con temas como el “metal”, el “grafitti” o los dibujos animados se lanzan cada mes en ediciones limitadas. De este modo, las demandas del mercado y los consumidores se satisfacen con estabilidad y con nuevos productos. Las Kawasaki shoes se han convertido en un producto estrella dentro del competitivo mercado de la moda escandinavo, una tendencia que se ha repetido con éxito en mercados textiles tan importantes como el de Italia o el de Francia. La marca ya tiene una gran presencia en toda Europa, además de en Estados Unidos y Sudamérica.
Esperemos que su éxito continúe y que las únicas marcas de calzado que vistamos no sean exclusivamente americanas o asiáticas.